DE BARCOS Y BURRÓCRATAS

El episodio que hemos vivido a propósito de la iniciativa lanzada por la Vicepresidenta Mónica Oltra y apoyada firmemente por el Consell que preside Ximo Puig, para utilizar el apoyo empresarial (Balearia) a fin de llevar ayuda humanitaria a las islas griegas donde arriban refugiados sirios y regresar con mil de ellos, me parece buena muestra de un escenario político que cambia.

Ante todo, porque mientras otros se pierden entre la retórica, las lágrimas de cocodrilo y la habitual inoperancia, un Gobierno decide moverse. Y lo hace apoyado en la sociedad civil, en su sentido más amplio. Es sociedad civil esa gran empresa, Balearia. Pero lo son sobre todo los agentes sociales que se han movilizado y cuya voluntad solidaria se trata de aprovechar: ciudadanos y organizaciones que se han inscrito en registros propiciados por sus Ayuntamientos, para poner a disposición su tiempo, sus casas, sus aportaciones, porque quieren hacer algo y que se haga algo. Del mismo modo que Colegios profesionales (por ejemplo, los abogados) y las Universidades.

Es obvio que la iniciativa tiene rentabilidad política. Pero no me parece un gesto oportunista para ganar notoriedad, sino un buen plan, porque puede servir para contribuir a que España cumpla con sus obligaciones internacionales y, en medio de la cacofonía que impera entre los socios y autoridades europeas en la gestión de lo que llamamos <crisis de refugiados>, envíe a la UE una señal de clara voluntad política. Indiscutiblemente, contribuye también a visibilizar en España y en la UE que Valencia puede y debe ser conocida por algo más que por los entramados de corrupción de los que forman parte personas e instituciones de nuestra sociedad civil y de nuestro Gobierno. Buenas razones que merecerían una acogida positiva y agradecida por parte del Gobierno Rajoy.

Frente a ello, el cortoplacismo y la ausencia de voluntad política real del Gobierno Rajoy han permitido a la omnivicepresidenta Saénz de Santamaría (que debe ver a Oltra como su némesis) esgrimir razones burocráticas para desoir la propuesta y seguir a lo suyo: que pase el tiempo. Vieja política, que esperemos que obtenga su merecido en diciembre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


¡IMPORTANTE! Responde a la pregunta: ¿Cuál es el valor de 9 12 ?